La Pedagogía como Ciencia
Nos
preguntaremos, ¿En qué consiste la ciencia?
Para empezar, diremos que las principales características de la ciencia
son: tener un objeto propio de investigación, ceñirse a un conjunto de
principios reguladores y a leyes generales y usar métodos científicos tales
como la observación, la experimentación y la estadística. (Rivera, 2010)
La
pedagogía tiene un objeto propio que es la educación, se ciñe en un conjunto de
principios y usa los métodos científicos.
La pregunta es ¿Será una ciencia?
Para
responder a las interrogante, diremos que la Pedagogía es una ciencia, pues las
Ciencias Pedagógicas han definido su objeto de estudio con un campo de acción
específico, con métodos también específicos, con leyes y regularidades que las
caracterizan y un aparato conceptual y categorial que sustenta la teoría, en el
marco de las Ciencias de la Educación en la que constituye su núcleo. (Machado,
2010)
(Investigadores
del grupo pedagógicos del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, 2011),
sustentan que la Pedagogía es una ciencia que aborda el fenómeno educativo,
pero que a diferencia de otras, que analizan la educación desde diferentes
aristas, tiene la particularidad de tenerla como su único objeto de estudio.
Cuando se habla de la educación como objeto de estudio de la Pedagogía, no lo
hacemos en su sentido amplio, sino en uno más específico y determinado.
La
Pedagogía posee su propio objeto de estudio, su sistema categorial, sus
principios y regularidades que constituyen teorías con un nivel de conocimiento
y desarrollo suficiente como para deslindarla de otras ciencias y ganar su
autonomía e independencia como tal.
Puede
considerarse como objeto de estudio el descubrimiento de las regularidades, el
establecimiento de principios que permiten de forma consciente, estructurar,
organizar y dirigir, ya sea en un marco institucional, escolar o extraescolar,
el proceso educativo especialmente hacia el logro de un objetivo determinado,
la apropiación por cada hombre de la herencia histórico - cultural acumulada
por la humanidad que le ha precedido.
Declarar
el carácter científico de la Pedagogía no puede reducirse a la precisión de su
objeto de estudio. Hay que profundizar en un análisis que permita encontrar
cuál es su campo de acción, es decir, el contenido, amplitud y limites que ese
objeto de estudio comprende. Esto requiere determinar el grado de desarrollo
alcanzado, el cuerpo teórico conformado, los métodos utilizados, su grado de
autonomía e independencia con respecto a otras ciencias de la educación, pero
también los vínculos y relaciones establecidos entre ellos y sobre todo cuál es
su aporte a la práctica, en la solución de los problemas y contradicciones que
el propio desarrollo social plantea.
Por
supuesto que en la Pedagogía, como en cualquier otra ciencia, el sistema de
conocimientos está en constante cambio y transformación, como reflejo del
movimiento del desarrollo científico - técnico de la sociedad y de la práctica
pedagógica como parte de ella.
La
ciencia es, sin lugar a dudas, saber objetivo que se expresa en conceptos,
leyes y teorías, pero también posee especificidades nacionales o regionales; su
alcance no es sólo universal, sino que tiene un conocimiento histórico
concreto, en tanto reflejo de un contexto socioeconómico e ideológico
determinado. Es decir, en nuestro enfoque se alcanza orgánicamente el carácter
universal y a su vez particular que tiene el saber científico.
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